La ruta de los túmulos es una de las mejores opciones para poder disfrutar de la belleza y riqueza cultural y natural de la comarca del Matarraña. En ella se pueden encontrar monumentos funerarios de carácter megalítico descubiertos hace más de un siglo atrás. Gracias a la ruta de los túmulos funerarios ibéricos del Matarraña es posible conocer la realidad del mundo funerario entre los siglos VIII y VI AC.
Los túmulos funerarios ibéricos
La ruta de los túmulos es un antiguo camino ideal para poder disfrutar y descubrir los túmulos funerarios que fueron descubiertos por Pere Bosch Gimpera, vinculado al Instituto d’Estudis Catalans, y que permiten empaparse en familia de toda la cultura ibérica presente en el lugar. Por desgracia, la totalidad de los túmulos que conforman la ruta fueron expoliados.
Lo túmulos funerarios son enterramientos de planta circular que se corresponden con las primeras fases de la cultura ibérica, y que consisten en una caja de piedra en la que se depositaban una urna con las cenizas del cadáver, así como un ajuar. Luego se procedía a tapar por completo con tierra y piedras. Se trata de un tipo de enterramiento característico de esta zona que muestra su característica diferenciadora en que la cista se encuentra en una posición excéntrica, es decir, fuera del centro del túmulo.
Ruta de los túmulos, una opción excelente para conocer la comarca del Matarraña en familia
El recorrido de la ruta de los túmulos se desarrolla por un camino que transcurre entre campos de cultivo de olivos milenarios, almendros y cereales, sin olvidar pequeñas zonas forestales y, al fondo, Los puertos de Beceite.
Además, a lo largo de la ruta, que es perfecta para disfrutar en familia o en solitario, se puede disfrutar de distintos vestigios culturales de gran interés, como es el caso del arte rupestre del Mas d’en Jerra I, el antiguo camino de herradura que unía Cretas y Arens de Lledó, o la Pedrafita, que es la que se encarga delimitar los términos de Arens de Lledó, Lledó y Cretas.
A todo ello hay que sumar que a lo largo de sus 5,62 kilómetros de distancia total (ida/vuelta) podemos encontrar otras construcciones de carácter tradicional que merece la pena ver. Se trata de una ruta fácil de seguir y de dificultad baja apta para todo tipo de público. El trayecto transcurre por un bello paisaje sin apenas desniveles que la hace muy sencilla de seguir y que no haya necesidad de tener una gran forma física para poder hacerla. Además, está señalizada en todo su recorrido con flechas direccionales y paneles explicativos, mejorando así la experiencia de los senderistas.
Además, hay que tener en cuenta que la conocida como ruta de los túmulos funerarios ha ido adaptada de manera parcial para el tránsito en silla de ruedas. De esta manera, pueden ser atravesados los tramos adaptados de la senda tanto personas que tienen discapacidad en silla de ruedas, siempre y cuando vayan acompañadas, como aquellas personas que usan handbike, el híbrido de bicicleta y silla de ruedas cuyos pedales se mueven con las propias manos.
De esta manera se trata de una actividad a la que puede acceder prácticamente cualquier tipo de persona y que acerca al ciudadano el poder visitar un enclave que tiene una gran relevancia patrimonial.